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Prof. Dr. Günter Faltin, fundador de Teekampagne
No dejar la economía a los economistas
“Ya en la escuela me gustaba leer Henry Ford, Andrew Carnegie o los Rothschild. No como libros a estudiar, pero escondido bajo el banco de escuela. En mi época, interesarse a la economía estaba sospechoso, casi indecente. Sin embargo, no podía imaginar algo más interesante y más instructivo. Leía también la rúbrica economía del Frankfurter Allgemeine Zeitung a escondidas.
Fue evidente que estudiara economía. Para mi gran sorpresa, lo que me parecía tan apasionante se reveló aburrido en la universidad. Sin embargo, no es raro que se descubra una vocación en algo que se había mucho criticado antes. Después de algún tiempo, cuando me llegué a ser profesor de universidad, me juré enseñar de otra manera. ¿El mejor método no sería tomar como ejemplo la creación de empresas?
Después de algunas incertidumbres, el objetivo fue alcanzado en 1985. La Teekampagne debería ser conocida, por lo menos por los bebedores de té. En principio una idea muy simple: una sola variedad de té y lo mejor, el Darjeeling, en grandes bolsas. Permite suprimir los intermediarios y ahorrar los gastos de transportes, de almacén y de material de embalaje. Estas economías permiten actuar de manera sensata, es decir hacer crecer la empresa con su propio capital, pagar precios convenientes, tomar los residuos químicos en serio, e iniciar y financiar un proyecto importante de repoblación forestal de la región de Darjeeling. Desde hace la mitad de los años 90, la Teekampagne está líder sobre el mercado de venta por correspondencia de té y el primer importador de Darjeeling del mundo.
¿Necesita un creador de empresa como punto de partida una patente, mucho capital y sobre todo herramientas solidas en gestión de empresa? Como profesor de economía, enseño exactamente el contrario. El ejemplo de la Teekampagne muestra que es posible fundir su empresa de otra manera. Hoy en día, ideas y conceptos creativos y bien elaborados son más importantes que el capital. Es posible delegar, no es necesario saber todo y matarse trabajando.
Prof. Dr. Günter Faltin